Luego de un inicio de día inmejorable a cargo de Mike, Diego Campos y Daniela Lobo, llegó la hora del almuerzo. Sobra decir que la comida, de clase mundial, pasaba a un segundo plano porque el enfoque era otro.
Y es que los asistentes lo tenían claro. Todos los espacios del Elite Mastermind apuntan a una exclusiva y ambiciosa misión que solo los que comparten estos espacios, se relacionan entre sí y tienen acceso a todas las ponencias, tienen la posibilidad y la ventaja de cumplir.
Un millón de dólares en doce meses, esa es la consigna y el objetivo de todos los emprendedores. No hace falta repetir que la tenían clara, sin embargo, los días corrían y era hora de fortalecer la estrategia, de tomar y unir los hilos con sus futuros aliados para dar forma a la ruta de trabajo que regirá en sus negocios durante el próximo año.
Hora de la proyección…
La invitación era clara y contundente, si querían empezar a escalar su negocio exponencialmente, y esto aplica para cualquier emprendedor, debían dejar de lado los pensamientos limitantes que los anclaban para tomar iniciativa.
Basta de pensar que estaban en una zona segura, que por haber logrado ciertos resultados debían estar tranquilos y que eso, en algún momento, no iba a cambiar.
Si de enseñanzas se trata, el último año les demostró que la innovación y adaptación dejaron de ser variables y se convirtieron en pilares firmes que todo emprendedor estratégico de élite debe tener en cuenta a la hora de escalar su negocio. Estaban en el lugar indicado escuchando a las personas indicadas para lograrlo.
Si estaban ahí (presencial o virtualmente) era por algo. Tienen conocimientos y cosas importantes para aportar. Era su oportunidad de juntarse con los han logrado diferenciarse en la industria para llevar sus trabajos al más alto nivel. Aprender, proyectar y conectar para escalar era el mantra que debían practicar en todo el Elite Mastermind.
Hablando de mantras, era el turno de un ponente que escaló sus negocios trabajando como nómada digital.
El primer turno de la tarde fue para Daniel Tirado. Qué decir de alguien que ha recorrido el mundo entero trabajando como marketer digital y que ha sabido combinar a la perfección lo que ama con los negocios en internet.
Y es que para él no puede ser más simple: si haces algo con mucha pasión, eventualmente te pagarán por eso.
Una de las costumbres que adoptó Daniel en todos sus años como nómada digital es la meditación, una práctica que, según él, cambia vidas. Escucharlo hablar sobre el tema transmite la tranquilidad que, seguramente, él mismo siente cuando la practica.
Consiste en dejar la mente en blanco por un momento, alejar las obligaciones diarias y el afán del trabajo. La idea de su ponencia fue abrir un espacio para meditar, reflexionar sobre lo que han logrado hasta el momento y estar a plenitud para conectar con los aliados que llevarán su negocio a lo más alto.
Al ritmo del Handpan, un instrumento afinado a la misma frecuencia del corazón, todos los presentes iniciaron un viaje de relajación. Daniel, al mismo tiempo, los guiaba con sus palabras y era como si, en la cabeza de todos, apareciera la imagen de ellos mismos dentro de un año, con la misión cumplida y las expectativas sobrepasadas.
La ponencia transcurrió en un ambiente de paz y tranquilidad. El protagonista de su presentación fue la pasión: la pasión por lo que se hace, la idea de que es posible vivir de lo que más nos gusta y de que el marketing digital es la mina de oro que, bien trabajado y con un propósito claro, ayudará a cualquiera a cumplir lo que sea que se proponga.
Entonces, aclaró que, así como hay que preocuparse por tener un buen negocio digital, también hay que invertir en la marca personal porque absolutamente todos la tenemos. Crecer hoy en día es más complicado por la cantidad de personas que han tomado la decisión de emprender, por lo tanto, hay que buscar la forma de diferenciarse de buena manera entre todo el mar opciones de la web.
Por eso, antes de decir que una marca no funciona, hay que diagnosticar la marca personal que la acompaña.
También habló de la importancia de estudiar y aprender sobre posicionamiento orgánico en motores de búsqueda porque, con eso, se abren alternativas para utilizar otras herramientas como los blogs, en la que es experto.
Terminó compartiendo con todos los asistentes las claves que lo llevaron a ser un nómada digital y no parar de vender, concluyó con la idea poderosa de que uno no “intenta las cosas”, uno las comienza y después ve si le fue bien o mal, pero sí o sí hay que empezar. Por ejemplo, él comenzó como un loquito haciendo videos en internet y es más que evidente el éxito que ha tenido.
Incluso, hay que volver al principio de su ponencia: las cosas que hacen con pasión y, si verdaderamente se inicia un proyecto con disciplina, constancia y amor, terminará como una gran fuente de ingreso, y más hoy en día que existen un sinfín de posibilidades. Como dijo, hoy todo el mundo está parado en una mina de oro y la mayoría no la ha sabido aprovechar.
Así que después de la gran sesión de meditación, los asistentes se fueron con la energía y el empujón necesario para ratificar su pasión por lo que hacen y escalar sus negocios.